Estas palabras de "Santiago, el hermano del señor" han recibido un sentido especial el dia de hoy para mi persona. Denotan en especial el uso de la paciencia para alcanzar los objetivos propuestos. No siempre es fácil esperar y mas cuando el tiempo pasa y los cambios esperados no parecen llegar.
En esta temporada donde la humanidad se enfrenta a grandes retos ,donde incluso la supervivencia se pone como prioritario, las actividades "espirituales" y de activismo suelen ser rezagadas. Pero, de vez en cuando tenemos gratas sorpresas.
Para quienes hallan leído mi historia , o si no, leer las dos primeras entradas (no recuerdo en este momento si hice una tercera pero si la encuentro actualizaré esta entrada) podrán actualizarse.
Mi trabajo me ha llevado a movilizarme por la ciudad cada día ,después de 2 semanas de espera en casa, donde me encuentro con nuevas caras cada día y una que otra ya conocida. Sin embargo, aunque en este caso fue una llamada telefónica. A continuación, un resumen mas o menos rápido:
Eran mas o menos las 3 de la tarde cuando en casa de un cliente de la empresa para la que laboro recibí una llamada al celular o móvil. El identificador describía el nombre, era mi ex patrón tj. Aun cuando después de una serie de correos electrónicos donde me pidió ya no le enviara nada que hablara en contra de la organización, le saludé cortésmente y en son de broma que quien me llamaba y a quien buscaba para hablar.
La conversación discurría de forma regular después de los común, preguntar por la salud y las condiciones de cada uno. En medio de ésta me replicó que ya no se reunía y que además, había tomado la decisión de permanecer en condición de desasociado.
Conociendo el escaso conocimiento de la organización , le hice varias preguntas en cuanto si había enviado alguna nota expresando dicho deseo al igual que yo lo había hecho y que él sabia como lo hice ; me expresó que aun no. Que no lo había hecho pues quería mantener contacto aun con su padre y familiares tj activos. De forma estoica le respondí que era su decisión y respetaba eso. Que entendía perfectamente pues muchos lo hacen por sus circunstancias familiares no les permitían una desasociación formal.
Me sorprendió en sobremanera todo lo que me contó. Pregunté hace cuanto no se reunía y sus respuestas me llevaron a concluir que en realidad esta en posición de inactivo para la organización así que se lo aclaré.
Quedé con él de en cuanto se pueda poder reunirnos y hablar mas a fondo.
¿Tendremos un futuro nuevo apóstata?
